caguirofie

哲学いろいろ

Una Arca de Robinson

Aquificot HIVINAUX

(1)
La isla Robinsoniana se agita
Y la vela tremola, aun cuando
La lune está creciente;
Nieva a la isla Robinsoniana
Y los mastiles quedan presa de la nieve:
El sol ha traspasado el trópico de Capricornio.


Cuando los alisios transportan unas lenguas de hielo,
Orinoco vomita unos témpanos de hielo protestantes
Y, a las barbas de uno, una línea de batalla se forma.


La arca en piezas, en la grieta entre las Gondwanas,
Se deje llevar por la corriente ecuatoriala.


Sobre un rosario, de las Islas Barlovento,
Veo saltar, se desorientando, unas llamas lerdas
Persequidas por la racionalidad de Cáncer.


A los pies de Robinson, se quedando en castillo,
Empieza un vasto desierto;
Las horas de congelación pasan
Como si unos terrones de hielo en el océano.
Viernes, desesperado, se agazapado,
Murmura unos cantos caribes.


" Poll, Taciturnidad india, "
Yo murmuraba,
" Tú pasarás con mí bajo de esta nieve este invierno;
No pondrá traspasar el ecuador
Ninguno de los torbellinos y los témpanos de hielo. "


*



A la isla encantada
Cincelaba unas ficciones medievalas;
A estos instantes descargaban pomposamente electricidad
Todos pares de los polos:
La lírica singulara de café adulterado con los azúcares;
El carnaval de épica y de meditación excesiva;
El drama mítico, a veces, de erotismo y de austeridad;
Como astrólogo de los trópicos nevando...


La isla so capo de la ascetica ha alcanzado a la edad madura,
Y construí una torre de anuncios en una cumbre
A nueve grados lastitud del arena
Y escuchaba la chismografía de unas prostitutas
De la ondulación,
Y los noticias del continente.


Piensaba de mi esposa imaginaria
Que había dejado a la Inglaterra,
Si ella entró a cauza de beriberi en un hospital.
Mirando el maquillaje de cielo
Piensaba del protexto para los anuncios luminosos,
Si ese aburrimiento se poniera para ese día.


(2)

Por una tarde, cuando el ruido del mar prostibulario ha cesado, boté la arca secretamente, apremiado por Viernes: Uno que creía a me casar con una a que había pretendido primero y últimamente; El mar, uno creía, fuma un tabaco sosegadamente, vestido de un tapete de olivo. A lo lejos saltaban los témpanos de hielo.
" Lastimero, en demasía lastimero... "
Murmurando de improviso, mirando hacia arriba el cielo blanco tragando el humo, yo dejé la isla oscilante. Parecía que la cadena del aburrimiento se apartara.
Fue un incidente momentáneo: no obstante de estar un espejo con su amalgama rompida, rechacé los témpanos de hielo saltando, como si vuelviera de dentro afuera la faz del espejo. Y avancé a remar, recobrado, donde la serpiente de Orinoco, abriendo su boca grande, descubría las entrañas del continente. Entonces fue cuando piensé que debiera subir este río; Había demasiado mirado al sesgo la Trinidad.
Pasando el delta de Orinoco y la corriente de laberinto, me disfrazo de un Gulliver.


*


A veces me encontraba con unos naufragios,
Soltados su resortes por la rotación, atracando a la ribera;
Parecía que ellos, buscando los dos focos,
Habían, como un cometa, girado alrededor del Atlántico.



"...El mundo donde uno destruyendo
Se conoce como uno a ser destruido..."
Dijo un naufrago criollo, echando un timón al fuego para cena.


Dijo un capitán, mirando mi anuncio,
"¿Qué es 'Él no aguarda mas'?...
¿Es que debamos regresar a la sangre de incompatibilidad?"
" No, es para guerrear para aguardara aquí hasta ese día."
Respondí, donde el capitán,
Como si se desvestiera la mascara de crepúsculo,
Se trasformó en tres cabarellos.
Pero todavía di al remo, y
En la resistencia de la agua
Desaparecieron los cabarellos, se combatiendo.



Ahora di una vuelta a la página blanca,
Pasando los naufragios, subiendo Orinoco, cuando
La luna declinada alargaba la sombra de la arca.